Si no sabes cómo evitar el plagio correctamente cuando redactes un trabajo académico, una obra literaria o cualquier otro escrito, en este post encontrarás respuestas a todas tus dudas.
Además, te explicaremos qué puedes hacer si detectas que alguien te ha plagiado y se está aprovechando de tu esfuerzo.
Pero, antes, veamos en qué consiste el plagio propiamente dicho.
Índice de contenidos
¿Qué es exactamente el plagio?
El diccionario de la RAE dice que plagiar es «copiar en lo sustancial obras ajenas, dándolas como propias».
Ciertamente, no siempre es fácil saber cuándo existe plagio, ya que hay «zonas grises» y usos legítimos que pueden dificultar esta cuestión. Y es que es perfectamente válido citar otras obras, reutilizar materiales de forma creativa, etc.
De todos modos, en la mayoría de casos, el sentido común suele ser una buena guía.
¿Qué consecuencias tiene?
Dependiendo del ámbito, la intencionalidad, la gravedad y otras circunstancias, el plagio puede tener muy distintas consecuencias: desde una simple calificación académica negativa, hasta la retirada de una publicación, la obligación de indemnizar al autor o autora original, etc.
Incluso, en los casos más graves, puede llegar a ser considerado delito en muchos países.
Por ejemplo, en España, puede acarrear penas de cárcel y multas cuando se realiza con la intención de obtener un beneficio económico (artículo 207 del Código Penal).
Cómo puedes evitar el plagio al escribir
Aunque no tengas una intención clara de plagiar, podrías incurrir en algunos errores que se considerasen plagio. En este sentido, existen tres consejos que pueden resultarte útiles en tu trabajo:
- Cita siempre las fuentes: cuando estés leyendo o analizando otras obras para documentarte, ve tomando nota de todos los pasajes que te resulten interesantes, indicando siempre los datos del libro o trabajo y el autor o autores. Ten en cuenta las normas que rigen el formato correcto de cita, según el tipo de trabajo que estés realizando. En este sentido, uno de los formatos más utilizados es el de las normas APA.
- Parafrasea y transforma: si no quieres realizar una cita literal de las palabras del autor o autora, trata de transformar el contenido con tu propio estilo. No te limites a utilizar algún sinónimo o a reordenar las palabras: reelabora la información y preséntala de forma diferente. En cualquier caso, si estás utilizando ideas de otras personas, deberías acreditarlas.
- Verificadores de plagio: aunque sigas todas las precauciones y no tengas mala intención, no está de más pasar tu trabajo final por un verificador de plagio. Se trata de programas informáticos que analizan el texto para detectar coincidencias con otras fuentes, indicándote el porcentaje de originalidad que tienen. Hay varios disponibles online, como PlagiarismDetector, Duplichecker o Turnitin Similarity. De todos modos, no son herramientas perfectas y, a veces, pueden ofrecer resultados imprecisos.
Cómo evitar el plagio de tus obras
La otra vertiente de la cuestión de cómo evitar el plagio se refiere a prevenir que otros se aprovechen de tu obra.
Para ello, lo ideal es tener una prueba fehaciente de que tú eres el creador o creadora original de la obra. Esto puede conseguirse fácilmente a través del registro de tu creación mediante algún servicio que te permita acreditar la fecha y hora exacta del registro, así como el contenido.
De este modo, si posteriormente alguien te plagiase, siempre podrás acreditar que tú la habías registrado primero.
Aunque este proceso solía ser un poco lento, caro y engorroso, ya existen servicios de registro online que han conseguido agilizarlo y simplificarlo de forma radical. Un buen ejemplo de ello es SafeCreative.
¿Qué puedo hacer si me han plagiado?
Si crees que alguien ha utilizado ilegítimamente tu contenido, lo más recomendable es que empieces por buscar asesoramiento legal por parte de un abogado, salvo que se trate de un incidente de poca importancia.
En cualquier caso, te recomendamos recabar todas las pruebas del posible plagio, para poder acreditarlo si fuese necesario. Esto puede hacerse a través de algún servicio de certificación online del contenido de la web en cuestión o bien mediante la adquisición del soporte físico (si se trata de un libro en papel, por ejemplo).
Sea como sea, también es recomendable reflejarlo en un acta notarial, para mayor garantía.
A partir de ese momento, y con la prueba de tu autoría (certificada por el servicio de registro que hayas utilizado), podrías intentar resolver el conflicto de forma amistosa. Según los casos, esto puede implicar la simple retirada del texto, incluir las citas pertinentes, indemnizar los perjuicios causados, etc.
Si no fuese posible resolverlo así, tendrías que acudir a los tribunales para defender tu propiedad intelectual y obtener la reparación de los daños económicos.
En definitiva, ahora que ya sabes cómo evitar el plagio, seguro que te resultará más fácil acordarte de utilizar correctamente citas y referencias de otros autores, así como defender tus derechos en caso de copia o uso ilegítimo de tu trabajo.
¿No crees?
🧠 Editor de SoloEduca, redactor especializado en formación online, carrera profesional y productividad.