Scott H. Young es un escritor, blogger y emprendedor que ha investigado a fondo cómo hackear la educación.

Sin duda, uno de sus experimentos más conocidos fue el que lo llevó a intentar aprender por su cuenta todo lo que se enseña en la carrera de informática del prestigioso MIT.

Desde luego, el objetivo era muy ambicioso: completar el programa de los cuatro años de carrera en tan solo doce meses, sin ir a clase y con el mínimo coste económico (unos 2.000 $).

Para ello se valió de los materiales que el propio MIT ofrecía de forma gratuita en su web, así como de un buen montón de libros.

Aquí el propio Scott explica más en detalle las premisas de su proyecto:

Cómo «graduarse» por el MIT en un año

Durante doce meses, Scott dedicó entre 50 y 60 horas semanales a estudiar el material de cada una de las asignaturas, así como a autoevaluarse mediante los exámenes que el MIT proporciona en su web (junto con las correspondientes soluciones).

Como puede verse, un reto de este tipo exige una constancia y una capacidad de trabajo elevadísimas, así como una cierta honestidad con uno mismo para evaluarse justamente y no hacer trampas.

En esta fascinante conferencia, Young describe todo el proceso desde la concepción del proyecto hasta su finalización (spoiler: lo consiguió):

Conclusiones:

Puede que este experimento no nos ofrezca una alternativa totalmente práctica y realizable a un grado universitario convencional, pero sí nos proporciona una serie de conclusiones que pueden guiarnos en nuestro camino hacia hackear el aprendizaje:

1. El sistema de educación oficial vigente no es personalizable ni adaptable a las necesidades o preferencias de cada persona.

Como decía Ken Robinson en una memorable conferencia, el sistema educativo sigue anclado en un sistema industrial, no personalizado y que no atiende a las capacidades e inclinaciones de cada individuo, matando poco a poco su creatividad.

En un mundo como el actual, tan rápido y cambiante, dominado por la tecnología y la creatividad, el sistema educativo debe transformarse de forma radical si quiere seguir formando a personas felices y capaces de afrontar los retos del futuro.

De este modo, ¿por qué una persona con altas capacidades no puede completar su carrera en solo doce meses, obteniendo el correspondiente título oficial (recordemos que Scott no lo obtuvo)?

No obstante, ya han surgido algunas iniciativas interesantes, al margen de las instituciones, para facilitar este tipo de atajos. Por ejemplo, Jay Cross, con su iniciativa del Do-It-Youself Degree, combina el autoaprendizaje con la obtención de títulos oficiales mediante lo que denomina degree-by-examination, es decir, superar los exámenes presenciales de cada asignatura en la correspondiente universidad sin asistir a clase.

2. Virtudes como la constancia, la autodisciplina, la motivación y la sed de aprendizaje determinarán, cada vez más, nuestro éxito en la vida.

No es que antes no fueran virtudes importantísimas, pero en un mundo, como el actual, supercompetitivo e individualista, cada vez más tendremos que diseñar o crear nuestra propia carrera e, incluso, nuestro puesto de trabajo.

Algunas tendencias actuales como la denominada gig economy y la eterna precariedad laboral hacen que aquello del trabajo para toda la vida quede como un vestigio del pasado. Y, desde luego, diseñar nuestra propia carrera laboral implica diseñar también nuestra propia educación.

3. La mayoría de la educación en el futuro será autoeducación.

Deberemos diseñar nuestro propio curriculum educativo buscando las instituciones que nos ofrezcan lo que queremos o necesitamos aprender en cada momento, rastreando recursos online, etc.

SoloEduca nace, precisamente, para documentar y ordenar todos aquellos recursos que nos puedan ayudar en este proceso.

4. La educación será cada vez más accesible y asequible.

Tal y como señalábamos al hablar de las mejores páginas para aprender gratis, cualquier persona con conexión a internet, en cualquier lugar del mundo, puede acceder a contenidos educativos de excelente calidad y totalmente gratuitos.

Iniciativas como Coursera, EdX, Duolingo, o incluso libros como MBA Personal*, ponen a nuestra disposición recursos que hace tan solo unos años serían un sueño para alguien con ganas de aprender.

Sin lugar a dudas, poco a poco los títulos expedidos por estas entidades van a ser cada vez más reconocidos por las empresas e instituciones en todo el mundo.